Ayer 2 de abril del 2010, se conmemoró la gesta de Malvinas, en un acto en el que concurrió el presidente de todos los argentinos, Sra. Cristina Kirchner.
Si algo me emociono más, es haber visto el amor patriótico desplegado por todos los habitantes de Ushuaia. Casi me parecía recordar aquel 1982… ¿Por qué?, Porque allí estaban aquellos que se erigieron en héroes al hacer soberanía en nuestras usurpadas islas. Porque nos recuerdan lo duro que es ser libres, un Belgrano, un San Martín y un héroe de Malvinas. Es realmente vergonzoso que países que dicen tener vocación democrática, convivan con arcaicos colonialismos. “Y esa injusticia envuelve un doble atentado, porque no solo es un despojo de una propiedad, sino que es también la amenaza de una nueva usurpación”, con razón escribió José Hernández ya en 1869. Porque esas flores arrojadas al agua, esas que flotan sobre un oscuro fondo, simbolizan a nuestros caídos, que a pesar del trabajo permanente de los que manipulan las comunicaciones, no han quedado a merced del oscuro olvido. Más, por el contrario, reflota como una flor, en cada argentino, la memoria, el sentimiento imperecedero de lo justo, la vocación de lealtad hacia aquellos vivos y muertos que en su momento se vieron en la obligación moral de derramar su sangre por el bien del mundo. Sepa el Turista que viene de otras naciones, que Argentina siempre ha sido de sentir pacifista, y siempre en general siente una adversión natural hacia todo colonialismo. Pues si revisáis su historia verás lo cara que fue para América su independencia. Por eso estimado turista, no pienses en Malvina como una cuestión que incumbe solo a la Argentina, pues si lo pensáis bien, ¿quién quiere esquemas colonialistas en este siglo?… ¿No tiene el mundo ya bastantes miserias como para tolerar las obvias?Quiero cerrar esta semblanza con la imagen de esas flores, en Ushuaia, en un día mezclado de lluvia y de sol, de recuerdos tristes y otros alegres. Esto último, porque nada, nada, nada fue en vano…
